El Real Madrid perdía 0-1 a falta de diez minutos para el final de la final de la Liga de Campeones.
Y podría haber sido el 0-2 de no ser por Luka Modric.
En el minuto 85, con el partido tenso, el joven centrocampista de 38 años lanzó un córner al área del Bayern. Sin embargo, el balón fue despejado rápidamente, lo que provocó un rápido contraataque del Bayern. Ante la amenaza de que el Bayern duplicara su ventaja, el centrocampista croata corrió hacia atrás para defender y despejó eficazmente el peligro.
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Una mirada desde un ángulo más cercano
Andriy Lunin recogió el balón y arrancó el ataque del Real Madrid
Apenas tres minutos después, los blancos lograron la remontada, con Joselu marcando dos goles en sólo 167 segundos y enviando al equipo a Wembley.
¡Digamos todos gracias a Lukita!
